La noche pasada me acosté a las nueve, derrotada y ansiosa al mismo tiempo. A las 5 sonaba la alarma para encaminarme al centro de buceo, comprobar el equipo y lanzarme al agua unos minutos después a la búsqueda del tiburón zorro, un escuálido que en pocos lugares del mundo se consigue a ver a solo 30 metros bajo el nivel del mar.
He dormido del tirón, incluso me ha dado tiempo a soñar. Me he levantao, caminado por el “paseo marítimo” (arena y más arena) mientras veía cómo cambiaba de color el cielo y, como todos estos días anteriores, enfundado el neopreno. Después he bajado hasta los 32 metros y me he apoyado de rodillas en la arena del océano. Y ha venido. No he sentido miedo sino otra sensación de calma y adrenalina al mismo tiempo, esa que solo me da la naturaleza.
Y después de limpiar el equipo, al llegar a la ducha de “casa”, me he dado por llorar. Sé que luna bien llena de estos días tiene gran culpa de ello pero también me he acordado de este mismo día hace un año que me desperté tras haber pasado una noche de perros. El 5 de mayo de 2014 reuní el valor suficiente para decirle a mi jefe que me iba, a mis compañeros y, así, comencé a quitarme un gran peso que tenía encima.
Hoy estoy aquí, en mi país favorito, en una isla muy lejos de todo y preciosa por dentro, por fuera, por arriba y por abajo. En este cumpleaños el universo se ha conjeturado para darme algo único, que me ha hecho echar la vista hacia atrás y valorar lo que han sido estos 12 meses. He visto tantas cosas, conocido a tantas personas que no pienso olvidar, experimentado conmigo misma que hoy me he dado una auto-palmadita en la espalda.
Y no me la doy por haber sido valiente y pienso que mucho menos la felicidad de todo el mundo esté en dejar su trabajo para coger una mochila. Ni mucho menos. Me emociono por todo lo que he vivido en este tiempo, por haber tenido un objetivo, un sueño, y haberlo podido alcanzar.
Si el tuyo es crear una familia, progresar en tu trabajo, conocer los mejores locales de Madrid, estudiar portugués, plantar un huerto, montar un resort con una tienda de buceo en la playa, simplemente pon tus mejores energías en ello y estoy segura de que algo bonito saldrá de lo invertido. Por descontado, los altibajos vendrán pero un día la luna llena brillará y la tierra te regalará un avistamiento de un majestuoso tiburón zorro, o aquello con lo que habías soñado fuerte en algún momento.
No sé si escribo esto para mí misma o para vosotros, si lo hago bajo la influencia de la luna llena que se ve bien grande aquí, en Filipinas, solo quería dejar constancia de este día en esta bitácora abierta…
Qué bonito, Claudia, se me pone la piel de gallina. Es un relato precioso y tengo muchas ganas de conocer Filipinas 🙂
¡¡¡A seguir disfrutando de lo que más te gusta!!!
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¡Muchas gracias, Irene! Me alegro mucho de que te haya gustado 😀
Tienes que venir, estoy segura de que te encantaría…
Un besote
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Precioso claudia, me alegro que en su día tomases esa decisión y que el mismo día un año después hayas tenido esa bonita experiencia.
Me encanta ver que la gente es feliz en su vida sea cual sea cuando siguen sus sueños.
¡Un besote, sigue siendo así de grande! 😉
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Mil gracias, Silvia, ¡me alegro de que te haya gustado!
Un abrazo bien grande 😀
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Claudia, me gustaría darte una palmadita en la espalda a mi también, me encanta que seas tan feliz, en el fondo me das un poquito de envidia.
besos y sigue así,
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¡Gracias, Carmen! Recibida esa palmadita en la espalda 🙂
Mil besos
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¡Precioso relato! Claro que cada uno es feliz con lo que es, el mejor viaje es perseguir tus sueños… Enhorabuena por haber tenido la valentía de salir a por el tuyo 🙂 un abrazo desde el otro lado del mundo.
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¡Graciaaaaaaas! Está claro que sí, me alegro mucho de haberlo conseguido y espero que tú también lo estés haciendo 🙂
Un abrazo grande desde Filipinas
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que bonito tia,
sigue en eso, en darnos envidia a los demás, en darte palmaditas en la espalda y en disfrutar de lo que te apasiona y de tu país favorito.
A los demás nos inspiras.
A mi, al menos, me matas de las ganas de bucear.
Besos en aquella dirección.
Claus xx
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Muchas gracias, tocaya.
Envidia ninguna, con inspirar un poco me vale 🙂
Ya sabes a dónde tienes que venir, ¡esta mañana he hecho un buceo INCREÍBLE!
Un besote hasta España
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felicidades por ese año de grandes momentos! a seguir sumando! un abrazo.
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¡Muchísimas gracias! Un abrazo grande desde Filipinas
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¡Que GRAAANDE..eres ! Gracias por abrirnos tu alma…y compartir con nosotros no solo , esas maravillosas experiencias ., sino tambien esos bajones de animo , que nos serviran de experiencia a los que queremos cumplir sueños como tú …y que sin duda , nos daran tambien al estar lejos de casa….Nos acordaremos de tí…y pensaremos que no somos «bichos raros»…Mil besos de colores,Claudia
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¡Qué comentario tan bonito! Muchas gracias 😀
Me alegro de que os sirve para el futuro y ¡ojalá así sea!
Muchísimas gracias, un abrazo
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Viajera, ahora quiero ir a Malapascua y sentir esa adrenalina al ver al tiburón zorro 😉
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¡Es maravilloso! Lo malo es que para verlos tienes que ser buceadora advanced 😉 te vas a tener que quedar más…
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Gracias Claudia por compartir un momento tan especial y autentico…keep writting..Un abrazo!!
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Gracias por compartir este momento tan especial y autentico..claro que sí!!, los sueños son para cumplirlos o por lo menos intentarlo! pero tu eres la prueba de que sí se puede! y además la recompensa es para toda la vida!.
Keep Writting»» 🙂 Un abrazo.
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Gracias a ti por escribirme 🙂
I’ll keep writing por comentarios como este.
Un abrazo y un besote
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Precioso. Enhorabuena de tu efeméride y totalmente de acuerdo, seguir tus sueños, sean los que sean, dan felicidad.
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Mil gracias, Victoria. Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
Un abrazaco
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